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Qué es la cavitación
La cavitación es un tratamiento estético que consiste en aplicar ondas de ultrasonidos de baja frecuencia sobre la piel.
Estas ondas ejercen una gran presión sobre las membranas de las células adiposas que hacen que se rompan y que la grasa pase a un estado líquido. Después de la sesión el cuerpo se encarga de expulsar este líquido a través de la orina o el sistema linfático.
La cavitación es apta tanto para hombres como para mujeres, siendo especialmente eficaz para personas con grasa acumulada en zonas concretas del cuerpo y con celulitis y flacidez.
Por ello este tratamiento se suele realizar en aquellas partes del cuerpo en las que más grasa se acumula: abdomen, glúteos, caderas, piernas, espalda e incluso papada.
No obstante, hay que tener en cuenta que no es un tratamiento para perder peso, sino un complemento de una dieta equilibrada y ejercicio regular.
Beneficios de la cavitación
Los beneficios de este tratamiento son los siguientes:
- Elimina la grasa de forma localizada.
- Reduce el volumen de algunas zonas.
- Elimina la celulitis y la piel de naranja, pues son células grasas las que forman los bultos de tejido responsables del aspecto de la piel de naranja.
- Mejora el tono y la elasticidad de los tejidos.
- Devuelve a la piel su aspecto normal.
- Favorece la eliminación de toxinas.
- Mejora la circulación.
Además presenta varias ventajas con respecto a otros tratamientos.
No es invasivo ni doloroso, por lo que no requiere anestesia ni hospitalización. Tampoco tiene efectos secundarios, aunque puede aparecer un ligero enrojecimiento o leve hematoma en la zona.
Cómo es una sesión de cavitación
Durante la sesión de cavitación se cubre la piel de la zona a tratar con un gel para pasar por ella el aparato que emite ultrasonidos.
Dicho aparato libera ondas de baja frecuencia que producen microburbujas dentro del tejido adiposo, provocando que se rompan y la grasa pase a estado líquido.
El número de sesiones necesarias para conseguir los resultados esperados varía según el paciente y el volumen acumulado de grasa, aunque generalmente se realizan entre seis y doce. Es conveniente que de una sesión a otra pasen al menos tres días.
Los resultados de la cavitación no son inmediatos sino que tardan unos días en ser visibles. En realidad el proceso de reducción de grasa comienza tras la sesión, cuando va convirtiéndose en sustancia líquida y posteriormente se elimina. Para facilitar el proceso de eliminación de la grasa se recomienda seguir una dieta baja en calorías durante los días previos a la sesión y beber abundante agua antes y después de la misma.
Contraindicaciones de la cavitación
No deben recurrir a la cavitación las personas:
- Embarazadas o en periodo de lactancia.
- Con hipercolesterolemia o hipertrigliceridemia.
- Con marcapasos u otros dispositivos electrónicos implantados.
- Con insuficiencia renal o hepática.
- Con lesiones en la piel como heridas o úlceras.